Apego paterno

Sabías que en países como Suecia los padres de un recién nacido tienen 480 días de permiso para repartirse entre ellos. Así como lo lees, en algunos de los países nórdicos además de tener 16 meses de licencia parental, es muy común que sean los hombres quienes tomen este beneficio, por eso no es extraño encontrarse un grupo de padres sentados en una cafetería con los coches al lado conversando sobre las gracias de sus hijos, los quehaceres de la casa o compartiendo datos de la crianza.

 

Pero más allá del gran cambio en la sociedad que esto representa, que sea el padre quien esté con el bebé en los primeros meses hace que automáticamente se genere un vínculo más cercano entre él y su hijo, lo que es muy beneficioso no sólo para ellos sino para el bienestar de la pareja también.

 

Si bien en nuestro país no contamos con una legislación tan abierta en tema de corresponsabilidad, el apego entre padre e hijo es sumamente importante y aunque no se pueda estar con el recién nacido todo el día, tomar más protagonismo en su día a día sin lugar a dudas fortalece el vínculo permitiendo criar niños más seguros, confiados de sí mismos y que a la larga son capaces de enfrentar mejor los problemas y regular sus emociones.

 

Entonces, ¿cómo se puede trabajar el apego paterno?

 

  • Al igual que con la madre, el apego de un padre con un niño se trabaja desde el embarazo por ejemplo, participando de los cuidados cotidianos y la rutina.
  • Es vital el contacto físico en las primeras horas de vida del recién nacido.
  • Involucrarse en su desarrollo en los primeros meses de vida es fundamental.
  • Escuchar al bebé y tratar de entender sus necesidades, emociones y temores.