Con mi hijo tenemos una complicidad increíble
Entrevista a Andrea Cazés.
El tiempo pasa y las sociedades van cambiando. Hay signos que así lo demuestran y la maternidad después de los 35 años es una de ellas. Si bien se trata de una decisión muy personal, el crecimiento profesional, la independencia y el desarrollo personal son algunas de las razones que más se escuchan al preguntar por qué se está retrasando la maternidad.
Aunque no es lo mismo ser madre a los 20 años que a los 40, en las últimas décadas hemos sido testigos de un aumento considerable en la llamada “maternidad tardía” y como en todos los temas sociales, hay muchas opiniones al respecto.
Para saber cómo es ser mamá cerca de los 40 conversamos con la periodista Andrea Cazés, quien tuvo a su primer y único hijo ad portas de cumplir las cuatro décadas. “Ha sido una experiencia realmente maravillosa, por lejos el regalo más lindo que me ha dado la vida”, asegura.
Su hijo Igal tiene hoy siete años y Andrea nos cuenta que a pesar de la brecha generacional que los separa, tienen una excelente comunicación y disfrutan mucho de hacer cosas juntos. “Obviamente ahora no tengo la misma energía que antes, ya no puedo pasar tres horas andando en bicicleta o saltando con él, pero con Igal tenemos una complicidad increíble”.
Para Andrea su maternidad tardía o ser mamá “vieja”, como dice ella, tiene un solo una cosa negativa: “Lo malo es que voy a tener menos tiempo para gozar a mi hijo, pero trato de no pensar en eso y disfrutar el día a día con él. Por una cuestión de edad ya no tengo la misma vitalidad de antes ni la misma paciencia para algunas cosas, pero el paso de los años y la experiencia que te entrega la vida, te da la madurez y tranquilidad para tomarse las cosas con más calma, menos aprensiones y de una manera más relajada. Las cosas por las que uno se podría complicar cuando se es más joven, ahora son más leves”