¿Cuándo es momento de visitar un oculista?

Si bien todo recién nacido es revisado por un equipo médico, el ojo de un bebé es un órgano que aún está en desarrollo y no es hasta muchos años después que alcanza su plena madurez.

Detectar un problema en la visión de un niño no es tarea fácil porque como no tienen con qué comparar, ellos no son conscientes de que no ven bien o tienen alguna alteración. De hecho es común que se acostumbren a esa posible deficiencia y la asuman como algo normal. En muchas ocasiones éstas no representan problemas mayores, pero debe ser un especialista quien diagnostique a un menor.

Si un niño no evidencia problemas de vista la recomendación de los especialistas es realizar un control o chequeo preventivo entre los 3 y los 4 años, pero se aconseja hacer una revisión previa en caso de que en la familia existan antecedentes.

Para saber si es momento de visitar un experto te dejamos algunos síntomas a los que hay que prestar atención:

  • Si presenta una mancha blanca o brillo blanco anormal en la pupila
  • Desvía un ojo
  • Frunce el ceño para poder enfocar algo
  • Guiña frecuentemente un ojo
  • Lagrimea  y tiene ojos rojos con o sin legañas
  • Si se queja de constante dolor de cuello y de cabeza

Existan o no alguno de estos síntomas, te recomendamos consultar con el pediatra cuándo sería un buen momento para llevar a tu hijo al oftalmólogo y que después de su primer chequeo lo hagas cada 12 meses.