La “crisis” de los 8 meses

Los primeros meses de vida de tu bebé son claves para el conocimiento mutuo. Con el paso de los días y de los meses los padres aprenden a reconocer sus diferentes llantos, los movimientos cuando quieren algo y muchas veces hasta sus distintas miradas, pero llega el octavo mes y la situación cambia por completo.

En muchos casos durante este periodo las guaguas presentan de manera repentina cambios importantes en su conducta. Posiblemente se comporten más ariscos, lloren frente a la presencia de extraños y busquen estar en los brazos de la madre únicamente, pero no te preocupes, se trata de un proceso completamente normal que refleja una etapa más en el desarrollo psíquico de tu bebé, conocida como la “angustia de los 8 meses”.

De acuerdo a los expertos esto se debe principalmente a que el bebé empieza a reconocerse como un ser independiente de su madre -quien hasta ese momento se dedicó casi por completo a él- y es posible que se angustie ante la sensación de desprotección y/o abandono.

Es normal que quiera estar en todo momento con la madre, se altere fácilmente si lo tratan de tomar en brazos -aunque sean personas de su entorno cercano como abuelos, hermanos o tíos- y se irrite fácilmente si alguien simplemente quiere interactuar con él.

 

Para llevar mejor este proceso te dejamos algunos consejos que te pueden ayudar:

  • No te ausentes sin decirle que vas a salir. Es importante que tu hijo sepa que te vas y luego volverás, por eso no se recomienda que te vayas de casa o lo dejes en algún lugar a escondidas.
  • Durante este proceso la angustia que sienten es real por lo necesitarán muchos mimos y contención. También necesitarán más tiempo para sentirse cómodos con otras personas, por eso es importante respetar sus tiempos para “darse” con otros.
  • Si debes dejarlo en una habitación mientras buscas algo o haces otra cosa, le puedes decir que vas y vuelves o ir hablándole a distancia para que sepa que no lo abandonaste y sigues ahí.
  • En esta etapa les encanta jugar a tapar cosas y que aparezcan. También te puedes esconder tú y luego volver a aparecer; esto los ayuda a elaborar las ausencias y presencias.