Cuando se trata de los niños todos los padres quieren lo mejor y la cantidad de información disponible (sobre todo en la web) puede llegar a ser abrumadora. Hay cosas que no han cambiado a lo largo de los años, otras lo hicieron producto de los avances tecnológicos y así podemos nombrar un montón de cosas que cualquier padre se ha preguntado en más de una ocasión.

Para despejar ciertas dudas aquí te aclaramos algunos mitos y verdades con respecto a los niños:

• Mientras más duerman, más crecen los niños.  

Falso: Lo que prevalece en este caso no es la cantidad de horas que duerme un niño, si no la calidad del sueño que logra. La hormona del crecimiento logra su peak de segregación durante la fase profunda del sueño (REM), es por esto que se dice que pueden crecer menos si presentan apneas del sueño, roncan o se despiertan de forma continua, ya que en estos casos segregan menos esta hormona o durante menos tiempo.

• La falta de Vitamina D puede causar problemas en los huesos.                                        

Verdadero: La Vitamina D proviene principalmente de la exposición al sol y aunque parezca extraño, es muy importante para que nuestro organismo funcione correctamente. No se trata de una cuestión estética, si no más bien de salud, ya que contar con los rangos necesarios permitirá la correcta absorción de minerales como el calcio, responsable de que tengamos huesos fuertes y sanos.

La vitamina D también la absorbemos a través de ciertos alimentos, por lo que te recomendamos consultar con tu doctor cuáles son los recomendados para que sean parte de la dieta de tu familia.

• Septiembre es el mes con más partos.

Falso: Si bien muchos piensan que es durante la primavera, las cifras demuestran que enero es el mes durante el cual se registran más nacimientos en nuestro país y los expertos creen que esto se debe a que las padres prefieren que sus hijos nazcan en verano para evitar los problemas respiratorios típicos del invierno.

• El factor genético es el único elemento determinante en el crecimiento.                  

Falso: Si bien la genética tiene una importancia preponderante, hay estudios que demuestran que aspectos externos como la alimentación, las condiciones psicosociales y hasta la relación con los padres pueden influir.