La llegada de un hijo siempre viene acompañado de muchas interrogantes, sobretodo para los padres primerizos.

Información sobre el adecuado crecimiento es uno de los temas que más busca la gente y es ahí cuando aparecen preguntas como: ¿cuánto influye la altura de los padres en la talla de sus hijos?, ¿es posible saber cuál será la estatura de un niño?, ¿está directamente relacionado con su desarrollo?, ¿qué factores influyen?, etc.

Los factores que determinan su crecimiento y desarrollo son variadas -lo importante es mantener el equilibrio entre ambos- y aquí te dejamos una lista con algunos de los más determinantes:

 

• Genes: el potencial genético de una persona es hereditario. Si bien es el factor más determinante en su crecimiento, existen ciertos aspectos externos o ambientales que pueden alterar este potencial.

 

• Alimentación: haber recibido los nutrientes esenciales durante el proceso de gestación es muy importante, así como también lo es durante los primeros años de vida. Esto favorecerá un crecimiento adecuado en relación a peso y talla, además de un normal comportamiento metabólico.

De acuerdo a los especialistas una alimentación equilibrada permite desarrollar al  máximo su potencial genético.

 

• Actividad física: el sedentarismo puede repercutir directamente en el crecimiento normal de un niño porque realizar actividad física no sólo ayuda a tener un buen estado de salud; también permite que los procesos hormonales funcionen adecuadamente, además de tonificar los músculos y oxigenar los tejidos.

 

• Afecto: al comenzar mencionamos que existían factores externos que pueden alterar el potencial genético de una persona y éste es un claro ejemplo, ya que está comprobado que el stress y la angustia que generan las carencias afectivas afectan directamente su crecimiento, debido a que segregan en grandes cantidades una hormona que inhibe a la hormona del crecimiento.

 

• Buen dormir: que un niño duerma bien es tan importante como que mantenga una dieta balanceada y realice actividad física. Esto se debe a que en un gran porcentaje la hormona del crecimiento es secretada durante el sueño.