Niños y remedios: lo que no puede faltar en tu botiquín

¿Es necesario? ¿Qué debe tener? ¿Y si me falta algo?. No hay para qué ser alarmista, pero es una realidad que si tenemos niños pequeños en casa, la probabilidad que necesitemos remedios y muchos parche curitas es muy alta.

Los niños están en pleno proceso de crecimiento, desafiando constantemente sus habilidades y en búsqueda constante de cosas nuevas. Muchas veces no miden las consecuencias de sus actos y movimientos, por eso es común que terminen el día con algún rasguño, una caída o un chichón.

Para tratar los primeros síntomas de un malestar infantil y curar las heridas, te recomendamos tener siempre a mano un botiquín de primeros auxilios con algunos elementos básicos que te pueden ser muy útiles:

  • Algodón y alcohol o gel antibacterial para limpiar las heridas y los utensilios que vas a usar en caso de curaciones.
  • Termómetro (puede ser digital o los clásicos de mercurio).
  • Paracetamol e Ibuprofeno para bajar la fiebre, calmar los dolores e inflamaciones.
  • Crema antibiótica o de esteroide en caso de picaduras o sarpullido.
  • Parche curitas y gasas de distintos tamaños.
  • Tijeras para cortar (de uso exclusivo para eso) y pinzas en caso de que haya que sacar una astilla o similar.

 

Recuerda revisar periódicamente el estado y fecha de vencimiento de los remedios y no olvides que los debes mantener en un lugar que cumpla las condiciones para que no se echen a perder. Generalmente se trata de espacios frescos, secos y con poca luz.

Si tienes niños pequeños te recomendamos que guardes los remedios fuera de su alcance y en una caja hermética.

Y por último, siempre es útil tener a mano un listado con los números de contacto en caso de cualquier emergencia.