¡Bienvenida primavera!

La primavera es para muchos sinónimo de energía. Ya no es necesario vestirse con tantas capas de ropa, hay menos enfermedades broncopulmonares, el día tiene más horas de luz, los paisajes claramente son más bonitos y si tienes uno o más hijos, ésta es la época ideal para ellos.

Los días soleados permiten que los niños realicen más actividad al aire libre, lo que es muy beneficioso para ellos porque:

  • exponerlos a entornos diferentes estimula sus sentidos y despierta su creatividad
  • contribuye significativamente a su bienestar
  • aumenta su sociabilidad

Otro de los beneficios de esta estación del año es la variedad de nuevos alimentos que puedes incorporar en la dieta de tu hijo. Atrás van a quedar (por lo menos por unos meses) la naranja, la papa o la manzana, porque en primavera hay excelentes frutas y verduras que les permitirán probar nuevas texturas y sabores.

Si tu hijo recién dejó la leche es importante preguntarle al pediatra antes de incorporar cualquier alimento. También te recomendamos lavarlos bien y mantenerlos correctamente refrigerados porque con las altas temperaturas es más factible que aparezcan algunos gérmenes o se descompongan.

Si bien es para muchos la mejor época del año, es común que durante la primavera se presenten la mayor cantidad de visitas al doctor producto de alergias ambientales.

Cambios en el sueño también son propias de esta estación, ya que al tener más horas de luz los niños se sienten un poco desorientados, pero tranquilos que esto debiera durar sólo unos días mientras su cuerpo se acostumbra.

Pero volvamos a lo positivo…la primavera es una época en la cual el sol es más “amigable”. Está comprobado que la luz del sol estimula en el organismo la producción de endorfinas y ayuda a sintetizar la vitamina D, esencial para la asimilación del calcio y el fortalecimiento de los huesos.