Jugar es uno de los pasatiempos preferidos de los niños. Cuando nacen lo hacen  con su propio cuerpo, luego con el de sus padres y a medida que la motricidad se los permite, con las cosas que tienen a su alcance.

Los juguetes pueden facilitar mucho el desarrollo de un niño, por eso es muy importante contar con los objetos adecuados para cada etapa, porque mediante el juego los niños son capaces de descubrir cosas nuevas, estimular la creatividad y  desarrollar nuevas capacidades intelectuales.

• Primer año: en los primeros meses los bebés no son capaces de sostener objetos por sí solos, por lo que descubrirán el mundo a través de lo que alcanzan a ver y escuchar. Después vendrá una etapa de fascinación por los colores y las texturas para luego descubrir el mundo a través de tocar, pellizcar, tirar, morder y chupar todo lo que encuentren.
  Algunos juguetes recomendados para bebés menores de un año son los móviles y alfombras de actividades, sonajeros (de material blando), mordedores de distintas texturas, gimnasios para bebés, cubos grandes y objetos rodantes que estimulen su movimiento.
• Entre 1 y 2 años: Los niños comienzan a explorar el mundo, son conscientes de su individualidad, imitan a los otros y buscan más independencia. La estimulación es muy importante, por eso se recomienda leerles cuentos y fomentar los juegos de búsquedas. Sus juguetes favoritos son los juegos musicales, muñecos y peluches, cubos apilables, figuras que se encajan en una base o elementos que se arrastren.
  Es importante mantener fuera del alcance de los niños juguetes de piezas muy pequeñas que puedan introducir en su nariz, oídos o boca. También objetos peligrosos, como elementos cortantes o tóxicos.
• De 2 a 3 años: En esta etapa los niños desbordan imaginación y creatividad. Son más independientes, pero les gusta interactuar con los grandes por lo que será muy atractivos para ellos interpretar roles como jugar a ser adultos en tiendas, casa de muñecas, cuartel de bomberos, etc.
  Los juegos de manualidades, puzzles, implementos para el agua y arena, pelotas, autos y aviones de juguete, triciclo, muñecas, títeres y disfraces les llamarán mucho la atención, así como también los lápices, la plasticina y las pinturas.
• 3-5 años: los niños amplían su abanico de actividades y manejan mejor las manualidades, empiezan a preguntar, a aprender canciones y muchas veces a jugar con sus amigos. Son capaces de desarrollar actividades y juegos más complejos como andar en bicicletas (al principio con rueditas) y hacia los cinco años participar en juegos de mesa.