¡No quiero comer! ¿Qué hacer cuando tu hijo no se alimenta?

La alimentación de los hijos es una de las principales preocupaciones de los padres y el cambio de rutina como el estar en encerrados en casa producto de la pandemia, puede sin duda ocasionar cambios en la conducta a la hora de la comida.

 

Es necesario saber que es común que los niños y la comida no se lleven siempre bien, que pasan por temporadas en las que no quieren comer o probar distintos alimentos y que es parte de su crecimiento. Partiendo de ahí, se pueden llevar a cabo una serie de recomendaciones a seguir con las cosas que debes y no debes hacer en estas situaciones para que crezcan sanos, coman de todo y lo hagan de manera saludable. Baby Lee, la marca de cuidado infantil, te entrega una serie de consejos para enfrentar la alimentación de los más pequeños

 

  1. Revisión con el pediatra: Si estás muy preocupada por esta situación lo mejor es visitar al pediatra para que te diga si existe algún problema de salud detrás de la pérdida de apetito. Si dice que todo está normal y su crecimiento va acorde a su edad no habrá motivo para alarmarse.
  2. Ofrécele comidas que le gusten: Si tu hijo está pasando por la etapa de no querer comer, lo mejor es que le ofrezcas comidas que le gusten y sean saludables.
  3. Crea un ambiente agradable: La hora de la comida debe ser agradable y necesaria para el niño. Para despertar su interés puedes utilizar la creatividad elaborando comidas con un toque divertido o utilizar platos con imágenes de sus personajes favoritos o colores que le gusten. Evita que la comida sea transforme en un castigo si no termina el plato.
  4. Cambia su percepción de la cantidad de comida: Sírvele a tu hijo la cantidad de comida que necesita de acuerdo a su edad. Hazlo en un plato más grande ya que de este modo percibirá que hay poca cantidad.
  5. Mezcla en un plato los alimentos que le gustan con los que no: Si tu hijo no le gustan las verduras u otro alimento, combínalos en el mismo plato con otros que sí que le gusten. De este modo, es más fácil conseguir que los vayan incorporando.
  6. No lo obligues a comer: Obligar a tu hijo a que se termine la comida de su plato es hacer que coma más de lo que necesita y que para él sea una tortura diaria. Obligarlo a comer también limita su autonomía y favorece al sobrepeso.
  7. Evita las distracciones: Es necesario evitar usar el teléfono, prender la televisión o todo tipo de distracciones para que centre su atención en la comida. Esto permite también que se encuentre en un ambiente más relajado para comer lo que facilitará que tenga mayor apetito.
  8. Establece horarios para la comida: Debes establecer horarios fijos para que coma. Si tu hijo no ha querido desayunar y una hora antes del almuerzo te pide un snack, explícale que tiene que esperar hasta la hora de comer. De esta manera llegará con más hambre y de a poco se irá adaptando a los horarios establecidos.

La cantidad de alimento que cada persona necesita es muy variable, algunos niños comen más y otros menos que sus compañeros de la misma edad y tamaño. Por este motivo es importante respetar la sabiduría natural de los niños frente a sus necesidades fisiológicas. La conducta alimenticia de los menores necesita una guía desde que son pequeños y no hay nadie mejor que sus cuidadores para valorar este hecho de gran importancia en su crecimiento físico y emocional.